Luminaria. Faro Arinaga.
Aprovechando un espacio que se genera con el trazado de la nueva rampa de acceso al edificio rehabilitado del Faro de Arinaga, se desarrolla una pieza que de día es una ola recortada por los límites triangulares de dicha rampa, y de noche es una superficie estrellada que replica la oscuridad de lo alto del acantilado donde se sitúa esta edificación.
La edificación está troquelada por huecos modulados, a partir del sistema de ventanas del edificio histórico, por los que se escapa la iluminación interior, que contrastan con las perforaciones libres y aleatorias de esta pieza.
El encuentro entre la pieza y la edificación se enfatiza por una grieta de luz que acompaña el recorrido hasta la plataforma superior.